Sin consenso: la humanidad todavía no entró en una nueva era geológica

La Unión Internacional de Ciencias Geológicas rechazaría al Antropoceno, una etapa marcada por la alteración de los ecosistemas a partir de la intervención humana.

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Según filtraciones que publicaron periódicos estadounidenses, la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (UICG) votó en contra de reconocer al Antropoceno como nueva era geológica. En este sentido, Jan Zalasiewicz, presidente de la Subcomisión de Estratigrafía del Cuaternario, advirtió que el resultado preliminar de la votación se divulgó sin su autorización y que todavía quedan “algunos asuntos pendientes con los votos que hay que resolver”. Sin embargo, esta decisión significa que todavía la humanidad continúa en el período Holoceno, que comenzó hace 11.700 años y que, por ahora, las evidencias científicas no son suficientes para las personas que participación de la votación de la UICG. Ahora bien, ¿qué es el Antropoceno?

El Antropoceno da cuenta de un comportamiento reciente distinguido por la alteración de todos los ecosistemas de la Tierra. Dicha transformación está relacionada con el incremento de la productividad tecnológica e industrial, el alto crecimiento de la población, concentrada principalmente en ciudades, los cambios en los usos del suelo y la cobertura vegetal. Estas cuestiones, entre otras más que podrían enumerarse, ocasionaron un cambio climático que tiene su origen en el funcionamiento normal del planeta, pero que se refuerza e intensifica por actividades humanas de diversa índole. 

A pesar que el Grupo de Trabajo sobre el Antropoceno (AWG, por sus siglas en inglés) intentó ratificar el cambio de era, por ahora será un término sin reconocimiento oficial con más implicancias culturales que geológicas.

Ni siquiera bastó el estudio publicado en 2023 sobre el lago Crawford en Canadá. Este lago de 250 metros de punta a punta y 24 metros de profundidad no mezcla su agua superficial con la del fondo, lo que les permitió a los investigadores del AWG estudiar los sedimentos de la atmósfera que se acumulan cada año y llegar a la conclusión que era el mejor ejemplo para identificar el Antropoceno desde mediados del siglo XX –a partir de la presencia de plutonio desde 1950 en adelante– y convencer hasta los escépticos.

Tire y afloje

Aunque no se torne oficial su denominación, el concepto Antropoceno logró atraer el interés de académicos y ciertos sectores de la población movilizados por la lucha social y ambiental en distintas partes del mundo. Así, no solo se le puso un nombre concreto a una problemática, sino que impulsó una reflexión ética y política sobre la relación entre personas y ambiente.  

Según la UNESCO, El término Antropoceno se creó “para designar las repercusiones que tienen en el clima y la biodiversidad tanto la rápida acumulación de gases de efecto de invernadero como los daños irreversibles ocasionados por el consumo excesivo de recursos naturales”.  La referencia es para los desastres de la naturaleza, las energías renovables, los agotamientos de recursos naturales, las desertificaciones, los ecocidios, las contaminaciones generalizadas, las migraciones, así como también, las injusticias sociales y ambientales.

Incluso, a pesar de la resistencia de diferentes instituciones vinculadas a la geología, la Real Academia Española incluyó la palabra Antropoceno en su diccionario: “Dicho de una época: Que es la más reciente del período cuaternario, abarca desde mediados del siglo XX hasta nuestros días y está caracterizada por la modificación global y sincrónica de los sistemas naturales por la acción humana”.

Sin fecha fija

El término Antropoceno fue popularizado en 2002 por Paul Crutzen, científico holandés ganador del Permio Nobel de Química en 1995. Sin embargo, uno de los grandes temas pasa por dónde ubicar su inicio. En este aspecto, Crutzen identifica su punto de partida como el período posterior a 1784, donde la invención de la máquina a vapor y la explotación de los combustibles fósiles marcaron el inicio de la Revolución Industrial. A partir de allí, las acciones de los seres humanos tuvieron consecuencias sobre el clima y la biodiversidad. 

Otros científicos plantean que el Antropoceno tuvo su inicio a mediados del siglo XX con los residuos generados por las pruebas nucleares: aluminio, hormigón, plástico, aumento del dióxido de carbono, lluvia radioactiva y otros que dejaron marcas como estratos geológicos. Por último, existe una tercera opción encabezada por el historiador Jason Moore, que propone como hito fundacional del Antropoceno los orígenes del capitalismo y la expansión de las fronteras de la mercancía, aunque desde su perspectiva lo etiqueta bajo el término Capitaloceno.

A pesar de no haber acuerdo universal sobre su inicio ni ser aprobado por la geología, el Antropoceno da cuenta de una era donde la intervención humana produce respuestas cada vez más impredecibles y extremas de la naturaleza.

Por Nicolás Retamar - Agencia de Noticias Científicas de la UNQ.

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