"Argentina 1985" la película del momento llega al Complejo Cultural Cipolletti

Este jueves 13 de octubre se renueva la cartelera de la sala Lorenzo Kelly con la película del circuito INCAA "Cuando la miro", y el estreno más taquillero del año, en cuanto a películas producidas en nuestro país: "Argentina, 1985".

Regionales 12/10/2022
darin cine

El jueves 13 de octubre se renueva la cartelera de la sala Lorenzo Kelly con la película del circuito INCAA «Cuando la miro», y el estreno más taquillero del año, en cuanto a películas producidas en nuestro país: «Argentina, 1985», de Santiago Mitre, protagonizada por Ricardo Darín y Peter Lanzani.

  • Cuando la miro

Javier, un artista plástico, pasa sus días sin sobresaltos. Un día emprende un extraño proyecto: filmar a su madre. Javier no es cineasta, e improvisa esta tarea. Sin embargo, sus ojos de artista e hijo necesitan mirarla y registrarla. Esta filmación no sólo será el registro de ella, sino también, del encuentro de Javier con su madre.

Valor de la entrada: $100
Funciones a las 21:00: jueves 13, viernes 14, sábado 15 y domingo 16 de octubre
Año: 2022 – Duración: 82 minutos – Dirección: Julio Chávez – Calificación: +13 – Género: Drama

  • Argentina, 1985

Argentina, 1985 está inspirada en la historia real de Julio Strassera, Luis Moreno Ocampo y su joven equipo jurídico que se atrevieron a acusar, contra viento y marea, a contrarreloj y bajo constante amenaza, a la más sangrienta dictadura militar argentina. Una batalla de David contra Goliat, con los héroes menos esperados.

Valor de la entrada: $500
Funciones a las 18:00: jueves 13, viernes 14, sábado 15, domingo 16 y miércoles 19 de octubre
Año: 2022 – Duración: 140 minutos – Dirección: Santiago Mitre – Calificación: +13 – Género: Drama – Idioma: Espanol

El éxito de «Argentina, 1985», la película dirigida por Santiago Mitre, que protagonizan Ricardo Darín y Peter Lanzani, que representará a la Argentina ante la Academia de Hollywood para competir al Oscar en el rubro de la mejor película internacional, está rompiendo récords de espectadores desde su estreno nacional el pasado 29 de septiembre.

El último trabajo de Santiago Mitre se coloca ante el panorama político latinoamericano de los 80, donde parte de Sudamérica estaba bajo gobiernos militares. Argentina, que había salido del yugo dictatorial dos años antes del año que indica el título, se lanza a juzgar a los principales líderes de aquella oscura etapa de represión, secuestro, tortura y desaparición de personas.

La dictadura al banquillo

Ese momento, el que fue llamado Juicio de las Juntas, fue todo un hito. Nunca la sociedad argentina estuvo tan unida. Para sentar en el banquillo a los culpables hace falta un equipo tenaz. No el más robusto, pero sí el más enérgico: ahí están Julio César Strassera (Ricardo Darín) y Luis Moreno Ocampo (Peter Lanzani), el Fiscal adjunto del juicio, liderando un equipo jurídico muy joven e inexperto pero con ganas de lo que cualquier letrado anhela: hacer justicia.

Con todo en su contra, incluyendo falta de tiempo, dudas ante la sociedad y serias amenazas, el grupo consigue denunciar a la cúpula de la dictadura militar argentina y lograr un momento único en la historia, digno de ser imitado en el resto de países que padecieron circunstancias similares.
Darín, siempre Darín

Ricardo Darín ejerce como maestro de ceremonias haciendo lo que mejor sabe hacer: convertirse en un héroe anónimo. Aquí es un hombre que sin quererlo puede conseguir la sentencia que su país lleva pidiendo años por todos los delitos cometidos en una cruenta y oscura dictadura. Moreno Ocampo será su contrapunto: el fiscal adjunto del juicio posee la energía del aprendiz frente al experimentado Strassera. Ocampo es un joven jurista que viene de buena familia (de militares, simpatizantes de Videla), un treintañero que ansía la justicia. Lanzani se complementa muy bien ante el avezado personaje de Darín, como un motor nuevo para un automóvil con mucho recorrido en su haber pero cuyo prestigio sigue latente. Juntos encabezarán la parte acusadora en ese famoso pleito, un punto y aparte (o final) en la historia política de su país: el proceso judicial civil contra los nueve militares que lideraron la dictadura entre 1976 y 1983 por crímenes de lesa humanidad.

Pocos como Darín saben dotar de fuerza al fiscal, y sobre todo exponer con tanta vehemencia el final del alegato del fiscal Strassera:

Señores jueces, quiero utilizar una frase que pertenece ya a todo el pueblo argentino: Nunca más.

El público aplaudió en el Festival de San Sebastián tras oír pronunciar estas palabras. La emoción traspasa la pantalla.

La apelación a lo inhumano

El material de Mitre está hecho con un respeto apabullante a los hechos históricos. Escrito junto a Mariano Llinás, son conscientes del material que tienen entre sus manos y con el que no tienen otra intención que recordar y tomar conciencia.

‘Argentina, 1985’ es una película para casi todos los públicos, lo que no quita que duela. Y mucho. Esos testimonios atormentaron a toda una sociedad recordando el horror que vivieron esos testigos y los más de 30.000 desaparecidos que dejaron esos siete años.

Como si fuera un ciudadano argentino más de esos años, el público sentirá la misma aflicción por cada uno de los torturados que suben al estrado a testificar y contar sus vivencias en ese aciago periodo de tiempo. Iguales todos en el espanto y en lo despiadado, el testimonio ante el tribunal de Adriana Calvo de Laborde es el más potente: secuestrada en 1977 y embarazada de siete meses, tuvo que dar a luz sin ayuda y ante la mofa de los militares.

Además de ella habrá más víctimas que rememoren detalles de su secuestro o de las últimas horas que vieron a sus familiares desaparecidos. El guión no se sale de la línea del drama judicial. Apoyándose en ocasiones en la vida privada del fiscal, se mantiene en los estereotipos del género. Pero Mitre sabe dotarlo de ritmo vivo que haga fluir sus casi dos horas y media enérgicamente.

Hay mucha desolación en el mensaje. Pero Mitre y el elenco dotan a sus personajes de humor y ternura, y sobre todo de cercanía. Esa pasmosa proximidad se consigue a través de estos retazos junto a su familia o en un ambiente más mundano que la barra de un bar.

Son muchos personajes: fiscales, defensores, acusados, magistrados, testigos y familiares de aquellos que tienen alguna conexión con los protagonistas del proceso. Todos los que están en esos Juzgados personifican a la sociedad del país. Desde cada presente en esa sala se va encadenando poco a poco a todo el pueblo argentino. Porque, como bien expresa Strassera en el filme, aquellos que raptaron, humillaron, violaron y asesinaron estaban libres junto a los supervivientes.

Poco importa el conocimiento del famoso pleito. Emociona igual. La pena de la trama conduce hacia cierto optimismo. Se evidencia que la película ha nacido para una causa: que la memoria histórica se mantenga viva.

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