Sarampión: “El brote se explica por la pérdida de confianza en las vacunas”
Así lo asegura la especialista Daniela Hozbor. América registró diez veces más casos que el año pasado para esta época y 21 están en Argentina.
Según el último Boletín Epidemiológico Nacional, en lo que va del año, Argentina registró 21 casos distribuidos en el Área Metropolitana de Buenos Aires. A su vez, la OMS detalló que 2.313 personas se contagiaron de sarampión durante este año, frente a solo 215 en el mismo período de 2024. Además, en Estados Unidos tres personas murieron a causa de este virus. A nivel mundial la perspectiva no mejora: el año pasado, los casos confirmados de sarampión superaron los 359 mil. A este preocupante contexto, se le suma una población que se vacuna cada vez menos y la falta de comunicación científica basada en datos y evidencias.
“El brote que hay se explica por la pérdida de confianza en las vacunas, donde Argentina no es la excepción. Sucede que los esquemas completos hacen que las enfermedades sean controladas y que, por ende, no se vean. Nos habíamos olvidado del sarampión como un problema porque las vacunas habían tenido éxito. El conflicto es que, después de la pandemia, la gente empezó a dejar de inmunizarse”, explica Daniela Hozbor, profesora de la Universidad Nacional de La Plata e investigadora principal de Conicet, a la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.
El sarampión es una enfermedad sumamente contagiosa causada por un virus que se transmite por el aire y puede derivar en complicaciones graves hasta llegar a la muerte. Antes de propagarse por todo el cuerpo, la enfermedad afecta directamente a las vías respiratorias y trae síntomas como la fiebre alta, tos, goteo nasal y una erupción cutánea que se extiende por el cuerpo. Si bien todas las personas pueden contagiarse, el virus afecta principalmente a los niños y la principal forma de evitarlo es la vacunación. En esta línea se basa el lema “Tu decisión marca la diferencia. Inmunización para todos” de la 23ª Semana de Vacunación en las Américas.
Esta población pediátrica, por ser la más vulnerable, debe cumplir con el Calendario Nacional de Vacunación donde se indican dos dosis para combatir el sarampión: una a los doce meses y otra a los cinco años, para de esta manera alcanzar el 95 por ciento de cobertura necesaria para afrontar la enfermedad. Frente a la situación actual, la Comisión Nacional de Inmunizaciones y el ministerio de Salud de la Nación definieron dar una dosis extra a aquellas poblaciones infantiles que se encuentran en zonas de brotes.
Los 21 casos confirmados en Argentina se distribuyen entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y la Provincia. En cuanto al primero, se registraron diez casos, de los cuales nueve están vinculados a un caso importado detectado en la comuna 14 en febrero de 2025. En tanto que, la Provincia suma un total de once casos, de los cuales uno tiene un antecedente de viaje a Tailandia y “representa una potencial cadena de transmisión nueva”, describe el Boletín Epidemiológico Nacional.
“Increíblemente la gente perdió la confianza en las vacunas después de la pandemia. Lo digo así porque se salvaron hasta veinte millones de vidas en el planeta, pero hay un factor fundamental que influye en este suceso que es la comunicación sin fundamentos ni datos, pero sí con opiniones diversas”, asevera la doctora en Ciencias Bioquímicas a la Agencia.
Así, según detalla, la tendencia a dejar de vacunarse se ve en los datos de los últimos años. “En 2023 en Argentina, el 81 por ciento de la población infantil se dio su primera dosis contra el sarampión, pero con la segunda se cubrió sólo el 54 por ciento. Luego, en 2024, la primera dosis tuvo una cobertura del 77 por ciento y la segunda del 46 por ciento”, desglosa.
Las vacunas salvan seis vidas por minuto
Los esquemas completos de vacunación permitieron que, por ejemplo, Argentina controlara rápidamente el brote que inició en 2019, mientras que países como Venezuela y Brasil lo sufrieron por varios años, entre contagios y muertes. De igual manera, previamente en 2016, la OMS consideró a América como un continente libre de sarampión gracias a la inmunización. Asimismo, la producción de vacunas de las distintas empresas y la presencia del Estado para comprarlas y distribuirlas en sus poblaciones hicieron que la pandemia dejara de ser un problema que amenace la humanidad.
“Son uno de los mayores logros. Basta con recordar que en los últimos cincuenta años las vacunas permitieron salvar al menos 154 millones de vida en el mundo. Para que sea más claro: esto implica salvar seis vidas por minuto cada día durante estas cinco décadas”, asegura Hozbor.
Por Luciana Mazzini Puga - Agencia de Noticias Científicas de la UNQ
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