
A lo largo de más de 300 kilómetros, Río Negro resguarda una cadena de playas encantadoras que comienza en El Cóndor, a tan solo 30 minutos de Viedma, donde la amplitud del terreno lo vuelve ideal para la práctica de deportes de viento mientras se contemplan atardeceres únicos o bien simplemente disfrutar de una caminata revitalizante junto al mar.