Puro humo: la ONU exige medidas más ambiciosas para mitigar el cambio climático

Aunque las naciones se comprometen a reducir el calentamiento global, un nuevo informe advierte que las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando.

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CAMBIO CLIMATICO

Un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas señala que, si no se cumplen los acuerdos actuales y se toman medidas más ambiciosas, fracasarán los objetivos que limitan el calentamiento global a 1,5 grados a lo largo del siglo. Si bien los países se comprometen a fijar metas para reducir los gases de efecto invernadero (GEI) que emiten, el documento destaca que entre 2022 y 2023 aumentaron más del uno por ciento.

Por eso, la ONU pide “no más promesas de humo, por favor” y denuncia “una enorme brecha entre la retórica y la realidad”. En este sentido, el estudio resalta que, en las condiciones actuales, el aumento de la temperatura podría superar incluso los 3 grados, lo que tendría consecuencias “devastadoras” para las personas, el ambiente y las economías. Aunque Naciones Unidas señala la responsabilidad de todos los gobiernos, hace hincapié en los miembros del G20, que deben hacer “el trabajo pesado”: excepto la Unión Africana, sus integrantes fueron responsables del 77 por ciento de las emisiones de GEI.

“Ha llegado el momento de máxima presión para el clima. Necesitamos una movilización mundial a una escala y a un ritmo nunca vistos, una movilización que comience ahora mismo, antes de la próxima ronda de compromisos climáticos. De lo contrario, el objetivo de los 1,5 grados pronto morirá y el objetivo por debajo de los dos grados entrará a la unidad de cuidados intensivos”, afirmó Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), a través de un comunicado.

En este aspecto, desde el PNUMA subrayaron que las naciones deben comprometerse a reducir el 42 por ciento de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero antes de 2030 y el 57 por ciento para 2035. Sin embargo, los GEI alcanzaron un máximo histórico de 57,1 gigatoneladas en 2023, el equivalente a 57.100.000.000.000 kilos de dióxido de carbono.

En este contexto, los sectores más contaminantes fueron la producción de electricidad –más del 25 por ciento total de las emisiones–, seguido del transporte con el 14 por ciento, la agricultura y la industria con el 11 por ciento cada una. A su vez, la emisión de GEI muestra grandes diferencias entre los países más desarrollados y el resto. Si se tiene en cuenta la emisión total de gases, los países más responsables fueron China, Estados Unidos, India, la Unión Europea, Rusia y Brasil. Sin embargo, si se toma como parámetro la cantidad de habitantes, los GEI emitidos por Rusia y Estados Unidos fueron casi tres veces superiores al promedio mundial de 6,6 gigatoneladas, mientras que India, la Unión Africana y los 47 países menos adelantados estuvieron por debajo de 3 gigatoneladas.

A pesar del panorama actual, la ONU sostiene que todavía es posible no superar los 1,5 grados en este siglo, con respecto a los niveles preindustriales, el cual es el máximo objetivo a lograr y que el costo para llevarlo a cabo sería menor a 20 dólares por cada cien kilos de dióxido de carbono existente.

“La evaluación actualizada de los potenciales de reducción de emisiones sectoriales incluida en el informe de este año muestra que el potencial técnico-económico de reducción de emisiones basado en las tecnologías existentes y a costos inferiores a 200 dólares por tonelada de dióxido de carbono equivalente sigue siendo suficiente para cerrar la brecha de emisiones en 2030 y 2035”, resalta el documento.

A su vez, el informe hace un llamamiento a los países para que establezcan medidas de mitigación globales específicas hacia 2030, como triplicar la capacidad de energía renovable, duplicar la tasa media anual mundial de mejoras en la eficiencia energética, abandonar los combustibles fósiles en los sistemas energéticos y conservar, proteger y restaurar la naturaleza y los ecosistemas. Por ejemplo, impulsar el uso de la energía solar y eólica podría contribuir al 27 por ciento de la reducción total en 2030. Además, la conservación de los bosques podría aportar alrededor del 20 por ciento de las reducciones necesarias de GEI.

“Nos estamos tambaleando sobre una cuerda floja planetaria. O los líderes colman la brecha de emisiones o nos lanzamos de cabeza a un desastre climático, en el que los más pobres y vulnerables serán los que más sufran”, advirtió Antonio Guterres, secretario General de la ONU, a través de un video.

Por Nicolás Retamar - Agencia de Noticias Científicas de la UNQ.

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