Familias de acogimiento: la comunidad es el recurso que las infancias y adolescentes en riesgo necesitan

Cada cierto tiempo se pide a la comunidad que albergue de forma temporal a niños de 0 a 18 años. Estos pedidos forman parte del programa Familias Rionegrinas Solidarias, que pertenece a la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF).

Regionales 18/12/2022
acogimiento familiar

En diálogo con Cipolletti Digital Noticias, la coordinadora regional del programa Familias Rionegrinas Solidarias, Luciana Alves, explica de qué se trata el programa y cómo se puede ser parte.

Lo que solía ser una modalidad de intervención dentro del programa Fortalecimiento Familiar, pasó a ser un programa cuando la Legislatura rionegrina sancionó la Ley que lo formalizó. 

Cómo funciona

Cuando en una familia de origen los derechos de los niños están siendo vulnerados, y se agotan las instancias de trabajo con las familias, se evalúa que no haya un familiar extenso o referente significante que pueda cuidar del niño. Cuando esta persona no existe, se tiene que tomar una medida de protección que es de carácter transitorio: las familias solidarias.

Estas lo primero que hacen es restituirles a los niños el derecho de vivir en familia y evitar la institucionalización en algún Centro de Atención Integral para la Adolescencia y la Niñez (CAINA). Este programa, y las leyes nacionales, apuntan a evitar la institucionalización de los niños. 

Las familias surgen de la comunidad, son evaluadas por el equipo de trabajo, y si están en condiciones de poder cuidar a los niños, entones pasan a formar parte del registro de familias solidarias o de acogimiento. Al hacerlo participan de espacios de capacitación y se generan espacios de asesoramiento.

Cuando el Programa de Fortalecimiento pide una familia solidaria, el equipo evalúa el perfil del niño y a partir de ahí buscan en el listado de familias cuál sería la mejor para acogerlo temporalmente.

El objetivo primario del programa es que los niños puedan volver con su familia de origen, es por esa razón que la estadía con las familias solidarias es temporal y excepcional. El tiempo de las familias solidarias puede ser de seis meses, menos, o un año, y se busca ejercer una crianza alternativa a la de la familia de origen.

Si se da el caso de que la situación familiar no cambia, a pesar del trabajo brindado por los equipos en los 180 días posteriores al acogimiento de la familia solidaria, se propone que ese niño vaya en adopción y ya el tema se trata con un juzgado. 

El registro de familias solidarias no es el mismo que de las adoptantes o definitivas. Estas últimas no son evaluadas por el programa. Entre Cipolletti y Fernández Oro (localidades que cubre esta sede) hay ocho familias en el registro, y a nivel provincial son 50 y 37 las que están activas, de las cuales 5 tienen grupos de hermanos.

Luciana agrega que, en el listado de las familias solidarias de la ciudad, actualmente hay dos que ya van por su cuarto y tercer acogimiento. Si bien el número siempre fluctúa, es una realidad que siempre hay más niños que familias que puedan recibirlos. 

Además, es bastante difícil que la comunidad responda para acoger a niños y niñas de más de 10 años, y más hablando de adolescentes. Hay un cierto temor y desconocimiento, prejuicios que se aclaran al obtener información.

“Nos pasa que tenemos familias que no quieren trabajar con adolescentes, pero cuando creamos estos lugares de charla acerca de la adolescencia, de los mitos y las historias de vida, alguna que otra cambia su decisión para bien”, añade.

En el caso de que haya grupos de hermanos, por una cuestión de derechos y para no generar más separaciones, ellos tratan de encontrar familias que puedan aceptarlos a todos, aunque a veces no encuentran familias que puedan hacerlo.

Pero puede suceder que se dé el caso de que los niños estén parentalizados, es decir, que tomaron el rol de padres para cuidar de sus hermanos. Esto implica una vulneración al niño o niña más grande, por lo que se toma la decisión de separarlos para trabajar el vínculo de hermandad. Tiempo después se busca juntar a las familias que acogieron a esos hermanos para que tengan contacto continuo.

Desde el Programa se acompaña todo el tiempo a las familias solidarias, brindándoles herramientas y un espacio de escucha y contención. De todas formas, estas familias tienen autonomía sobre los niños, como poder integrarlos a las obras sociales, controles médicos, inicio de actividades extracurriculares, etc.

Las familias de acogimiento desde mayo de este año reciben la tarjeta “rionegrina solidaria”. Esta funciona como un débito (del que no se extrae efectivo) sino que se pueden hacer compras en los locales adheridos. Mensualmente, se activa un monto por el cual los adultos tienen que rendir los gastos.

Los requisitos para ser familia solidaria son los siguientes:

*ser mayor de edad

*no tener antecedentes penales

*no estar inscriptos en el registro de adoptantes

*tiene que haber consenso entre todos los miembros del grupo familiar

*contar con disponibilidad horaria y recursos para acompañar a los niños

* y no hay limitación en cuanto a configuración familiar (solteros/as, matrimonio de igual o distinto sexo, no casados/as)

De parte de la Secretaría, piden a la comunidad que puedan postularse para ser familias solidarias, y más que nada, que tengan la oportunidad de acercarse y sacarse las dudas, incluso si deciden no participar del programa.

“Todos formamos un sistema de protección integral de los derechos de las infancias y adolescencias. No solo el estado e instituciones, también la comunidad y en este caso las familias de acogimiento”.

Para más información y para esclarecimiento de dudas: 

Teléfono: +542984788338

Mail: [email protected]

https://m.facebook.com/people/Familias-Solidarias-Cipolletti-Fern%C3%A0ndez-Oro/100064912801238/

 

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