¿Cómo está tu bien y tu estar?

Cada ser humano es un sistema único e irrepetible que se encuentra y se valida en el “hacer” junto a otros. Podemos vivir de mil formas, pero el desafío es comprometernos con nosotros mismos y ser protagonistas de una construcción integral de nosotros mismos, en convivencia con los demás.

¿Te preguntás cuánto de tu vida está bien? ¿Te permitís evaluar cómo está tu estar? Partiendo de estos interrogantes, es que hoy te convoco a reflexionar sobre el Bienestar. 

Y aquí vamos a tomar algo de base, una de las tantas formas posibles de pensar el bienestar. Según la Real Academia Española, la palabra Bienestar se define de distintas formas como “De bien y estar''. Conjunto de las cosas necesarias para vivir bien. Vida holgada o abastecida de cuanto conduce a pasarlo bien y con tranquilidad. Estado de la persona en el que se le hace sensible el buen funcionamiento de su actividad somática y psíquica”. 

En cualquiera de sus definiciones, el bienestar implica estar y bien. 

Por su parte, desde la Organización Mundial de la Salud (O.M.S) el bienestar no implica solamente “la ausencia de afecciones o enfermedades”, sino que se trata de un derecho fundamental del ser humano a vivir bajo un estado de buena salud  y completo bienestar físico, mental y social. Y sube la apuesta, sería: “El goce del grado máximo de salud que se pueda lograr” sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social. 

Vaya si vivir en estado de bienestar, no es trascendental para las personas. Ni hablar tenemos en cuenta definiciones que aseguran que la salud de las personas es una condición fundamental para lograr la paz de los pueblos. Lo cual no es poca cosa.

Según lo que interpretamos en estas definiciones, bienestar es tener la sensación de sentirse realizado al haber alcanzado ciertas metas, o después de lograr el desarrollo personal, social y cultural deseado. 

Entonces, bienestar es sentirse bien con uno mismo y con lo que se tiene, significa vivir en armonía con el mundo, pero ¿cómo puede lograrse? 

Un primer primer paso puede ser esta invitación a pensar juntos, que comienza con preguntarnos sobre lo que nos sugieren independiente las palabras “bien” y “estar”. Si vamos a pensar el “bien”, te propongo los siguientes interrogantes: ¿Qué o quiénes definen su valor? ¿Tenés tu propia escala de valores? ¿Cómo es? ¿Qué indica? Podríamos dar un paso más y darnos la posibilidad de dudar: ¿Cuánto de lo externo y de lo interno determina tu escala de valores? ¿Te permitís evaluar tu “estar”? 

El acto de “estar” nos sugiere acción que nos convoca a darle un sentido a nuestro existir. El “estar” convoca a nuestro ser a un constante “hacer” y nos compromete, nos da la posibilidad de protagonizar el proceso que nos permita entender y disfrutar del “tener”, con el valor agregado del aprendizaje que transitar ese camino reflexivo nos dejó. 

Es aquí en donde quiero dejar planteado este espacio de reflexión, y hacerte una invitación a exponernos integralmente a nosotros mismos, a chequear nuestro “ser”, a pensar en cuán comprometidos estamos con él, cuán protagonistas somos en la búsqueda de nuestro bienestar. 

¿Te preguntaste alguna vez hacia dónde va nuestro ser? ¿Va hacia dónde lo dirigen? ¿Va hacia dónde puede? ¿Va hacia dónde lo acompañan? ¿Va hacia dónde desea? ¿Va hacia dónde quiere? ¿O va hacia donde vos querés?

Pensemos.

(*) Profesor de Educación Física y fundador del espacio deportivo “Cambio de Aire” y Coach Laboral

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Fuente: Mejor Informado