En el comienzo de la audiencia declaró un joven que si bien no tuvo vinculación con el crimen, compartió algunos momentos con el acusado esa noche. Posteriormente prestó su testimonio un integrante de la Brigada de Investigaciones que repasó el trabajo realizado la noche del crimen y refirió sobre las declaraciones que recibió tanto a la madre de la víctima fatal, como así también a su hermano.

Posteriormente, el médico forense Ariel Bustos, quien estuvo a cargo de la autopsia prestó su testimonio ante el Tribunal. El profesional del Cuerpo de Investigación Forense del Poder Judicial determinó que una herida producida por una arma blanca y que se situaba en la zona del hemitórax izquierda era la que había provocado el fallecimiento de Vinez. Por otro lado, reseñó una serie de lesiones que la víctima presentaba en sus manos, a las que calificó como “de defensa” y una segunda herida cortante en la zona inguinal que si bien presentaba riesgo, no había sido fatal.

Por último, declararon el médico forense, Gustavo Breglia integrante del Cuerpo de Investigación Forense de Cipolletti y el comisario Luis Palma, jefe del Gabinete de Criminalística de esta ciudad. En conjunto, los profesionales realizaron una pericia científica que representaba la secuencia fáctica del hecho, en la cual determinaron la principal hipótesis respecto a la forma en la cual se producieron las lesiones.

Breglia comenzó explicando todos los elementos que se habían tenido en cuenta a la hora de realizar el trabajo pericial, entre los que mencionó las declaraciones del hermano y la madre de Joaquín quienes resultaron testigos presenciales de lo ocurrido, el informe de autopsia, los distintos indicios recavadas en el lugar del hecho, como así también las manchas hemáticas halladas en el lugar. Posteriormente, explicó las lesiones sufridas por el joven y realizó un análisis sobre la posible mecánica en la cual el imputado las habría producido.

El licenciado en criminalística, Luis Palma, culminó con la rueda de testimonios explicando y representando gráficamente la secuencia del ataque. Al respecto refirió que todos los indicios de la escena del hecho – y en particular las manchas hemáticas – confirmaban que la agresión se dio en dos secuencias.

La primera de ellas en las que intervinieron los hermanos Vinez y el acusado y en la cual este último los lesionó con un arma blanca a ambos: a Joaquín en la zona inguinal y su hermano en la zona abdominal. La segunda, tuvo lugar tras lo anterior y fue cuando el acusado hirió de gravedad en el tórax a la víctima fatal para posteriormente darse a la fuga.

Finalmente, el imputado hizo uso de su derecho a declarar y mencionó que estaba arrepentido de lo ocurrido y brindó su versión de lo ocurrido. Al respecto señaló que asestó la puñalada en el tórax de Joaquín, mientras se enfrentaba con él en su dormitorio, previo a la intervención del hermano de la víctima.

El hecho llevado a juicio por la fiscalía, a cargo de los fiscales Santiago Marquez Gauna y Martín Pezzetta y la querella a cargo del abogado Juan Manuel Coto, indica que el acusado cometió el crimen por no haber logrado su fin al intentar otro delito. La calificación legal en la que los acusadores encuadraron el caso es la de homicidio criminis causae. Por su parte, la defensa a cargo de Sebastian Nolivo, sostiene que se trató de un homicidio en ocasión del robo.

El Tribunal de juicio integrado por Julio Sueldo, Marcelo Gomez y Laura González Vitale informó que los alegatos de cierre se expondrán el próximo viernes a partir de las 08:30 en la sede judicial de España y Urquiza.