En Aerolíneas Argentinas se terminó la tregua entre los gremios y la conducción de Milei

El fuego lo rompió la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) del ultra kirchnerista Pablo Biro que anunció para el 19 de agosto, el inicio de las hostilidades con una serie de medidas gremiales, que solo perjudicarán a los pasajeros de la compañía aeronáutica. 

Por la demora en alcanzar un acuerdo por salarios en las negociaciones laborales se realizarán asambleas informativas en los aeropuertos de Ezeiza, Aeroparque, Córdoba y Mendoza que provocarán demoras y cancelaciones en los vuelos de Aerolíneas Argentinas. 

Los demás gremios de la actividad atraviesan distintas dificultades, pero comenzarán a adoptar medidas gremiales contra la empresa que cierra la segunda etapa de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas para las que tiene un fondo de 60 millones de dólares. 

Es allí donde hay discrepancias entre la conducción de los gremios aeronáuticos y sus afiliados. Muchos de ellos prefieren tomar parte de ese fondo de retiro millonario, inclusive personal cercano a su jubilación, y no quieren “ruido” sindical mientras negocian con los representantes de la oficina de recursos humanos de Aerolíneas. 

Estas pre jubilaciones son una verdadera oportunidad para muchos trabajadores que superan los cincuenta años y comenzó a ser ofrecido el 14 de junio pasado y finalizó el 2 de agosto. Aún no se informó si se abrirá otra ventana de oportunidad. 

Para el titular de la empresa, Fabián Lombardo, el objetivo es reducir la plantilla de trabajadores en alrededor de 500 empleados. Entre junio y agosto se contabiliza una reducción de 274 trabajadores con el siguiente desglose por gremios: 41 empleados menos del gremio AAA (auxiliares de cabina); 113 de APA (personal de tierra); 17 de APLA (pilotos); 37 de APTA (técnicos); 57 de UPSA (supervisión); 7 del exterior y 2 fuera de convenio (directores y gerentes), según indicaron fuentes a NA.

La información revelada por el sitio www.aviacionnews.com muestra algunas discrepancias en los resultados informados. 

Para diciembre de 2023, Aerolíneas contaba con una plantilla de trabajadores de 11.926 personas para 84 aeronaves. Un promedio de 142 empleados por avión. 

La información indica que para mayo de este año la dotación era de 11.924 empleados y 84 aeronaves, aunque, desde la compañía, se aseguraba que se habían desvinculado 427 empleados y contaba con 11.497.  

Al 6 de junio, los registros de la empresa informaban una dotación de 11.455 empleados y el miércoles 6 de agosto, la compañía informó que eran 11.171 empleados y 86 aeronaves, lo que arrojaba una ratio de 129,9 empleados por aeronave. 

Las causas judiciales que pueden complicar los retiros y las prejubilaciones 

Algunos gremios como los mecánicos de APTA y otras entidades sindicales menores, están observando atentamente lo que sucede en el terreno judicial.  

Desde causas que permanecen latentes en la justicia federal como la que involucró a la “banda de los dedos de goma”, descubierta durante la gestión de Cambiemos en 2019 e investigada por la PSA que respondía entonces, como hoy, a Patricia Bullrich y que continuarían realizando fraudes laborales hasta la actualidad, hasta escándalos del pasado reciente por causas de contrabando investigadas en el juzgado federal de Lomas de Zamora. 

El juez lomense Federico Villena había constatado una gran cantidad de denuncias de pasajeros a los que les abrían las valijas para sustraerles sus pertenencias. Los “abrevalijas” son un mal que el ex titular de la Aerolínea, Mariano Recalde, había denunciado en 2014, de acuerdo a fuentes judiciales. 

Hechos ilícitos que se produjeron durante años a pesar de las más de 600 cámaras de seguridad que hay en la terminal aérea internacional de Ezeiza y en los puestos de control diseminados en lugares estratégicos. 

Una investigación de 14 meses que contó con 21 allanamientos y 10 detenciones y que arrojó incautaciones por cerca de 100.000 dólares, 230.000 pesos, con el valor del año 2018, armas, whiskys, perfumes, artículos de tecnología, relojes costosos, y cocaína. 

Entre los acusados había dos empleados de Aerolíneas Argentinas, siete trabajadores de la empresa Intercargo, la que se encarga de rampas, transporte de equipaje y pasajeros, y un funcionario de la Aduana.   

El juez Villena, estuvo a cargo de la investigación, pero fue la fiscalía la que explicó como trabajaban estos amigos de lo ajeno devenidos, algunos de ellos, en contrabandistas, según la acusación. En la actualidad aún se producen denuncias de pasajeros víctimas de los abrevalijas. 

Pero el caso que viene de revolucionar las internas gremiales en Aerolíneas Argentinas y activó varias averiguaciones en el juzgado federal de Julián Ercolini de parte de abogados de la empresa, es el accionar de la banda de los dedos de goma que tuvo una importante repercusión en el año 2019 cuando se descubrió, al menos, a seis mecánicos de la aerolínea que cometieron un original fraude laboral a la compañía. 

El fraude consistió en que durante la semana sólo uno de ellos iba a trabajar y los cinco restantes, no concurrían. La asistencia al trabajo del resto era acreditada por el único que iba usando los dedos de siliconas con la huella digital de los demás.

Durante la gestión de Guillermo Dietrich en el ministerio de Transporte se explicó que el fraude no lo hicieron durante los fines de semana, porque esos días se pagan horas extras y ahí asistían todos.  

Los desvinculados trabajaban en los talleres de mantenimiento. El horario de ingreso era a las 6 de la mañana y para concretar el engaño el único que asistía entraba más temprano, entre las cuatro y las cinco de la mañana. Lo hacía para evitar cruzarse con el resto del personal en el momento del cambio de turno. 

Con el retorno del gobierno del Frente de Todos de Alberto y Cristina Fernández, los gremios aeronáuticos volvieron a manejar Aerolíneas y la causa quedo latente en el juzgado federal de Comodoro Py.  

Producto de la investigación de la PSA en 2019 fueron despedidos con justa causa seis empleados de Austral, empresa que se fusionó en el año 2020 con Aerolíneas. 

Fuentes de la empresa señalaron a NA que “...si bien se despidieron a seis trabajadores, uno de ellos relacionado con un sindicato aeronáutico, indudablemente los integrantes de la falsificación eran muchos más y se podría haber descubierto a más miembros de la estafa si el juez federal, Julián Ercolini, hubiera aceptado las sugerencias del subinspector Mariano Stábile de la Policía Aeroportuaria que en ese entonces dependía políticamente, de la actual ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, para profundizar la investigación".  

La PSA quería abrir los lockers de los empleados, técnicos aeronáuticos en el aeroparque metropolitano Jorge Newbery, cuestión que nunca sucedió y fuentes de Aerolíneas confirmaron que no pudieron ser secuestrados los elementos de silicona con los que cometieron los ilícitos. (NA)