Con dos fines de semana largos consecutivos, que pueden transformarse en una semana completa de descanso, Río Negro se posiciona como uno de los destinos más tentadores para relajarse y disfrutar gracias a su amplia oferta turística que congrega las más variadas alternativas, desde la imponente Cordillera de los Andes, que con las primeras nevadas ya empieza a palpitar la llegada del invierno, hasta el mar, que no pierde su encanto aún en los meses más fríos de año.

Aventura y paisajes convergen en un entorno natural mágico

La reciente llegada de la nieve, que esta semana tiñó de blanco los increíbles paisajes cordilleranos, invita a pensar de qué manera disfrutar las bondades de la naturaleza durante los feriados pautados para el mes de junio, ya que quienes opten por esta región se encontrarán con un sinfín de propuestas al aire libre que garantizan una estadía entre bosques y montañas que promete ser inolvidable.

Bariloche, uno de los destinos más elegidos a nivel nacional durante todo el año, incluye entre sus atractivos una gran variedad de actividades para sumergirse entre la imponente flora y fauna característica del lugar como las caminatas por pintorescos senderos inmersos en el bosque, que con sus distintos niveles de dificultad cuentan con alternativas para principiantes y expertos. Además, la ciudad lacustre también ofrece interesantes excursiones como las salidas náuticas desde Puerto Pañuelo a sitios maravillosos que retratan la Cordillera en su máxima expresión o la salida nocturna del Tren Patagónico a la Estación Perito Moreno que incluye una singular degustación de gastronomía local. 

Por otra parte, en la antesala de la apertura de los centros de esquí, El Bolsón también emerge como una gran alternativa para elegir descansar en Río Negro  ya que este destino cuenta con distintas opciones para adentrarse en la majestuosidad de los paisajes andinos, como el senderismo por el Bosque Tallado o el Camino de los Nogales, dos actividades que se suman a la gran oferta de Turismo de Bienestar que caracteriza a la ciudad, mientras que Dina Huapi también se posiciona como una opción para disfrutar la Cordillera rionegrina gracias a su combinación perfecta entre tranquilidad, naturaleza y aventura. 

 En los valles, los sabores y en el mar, la inmensidad

La gran extensión del territorio rionegrino da lugar a los más variados atractivos y en la región productiva de los Valles se destaca uno de los productos más reconocidos de la provincia. Se trata de los Caminos del Vino de Río Negro que congrega a 13 bodegas turísticas abiertas al público en una propuesta que fusiona producción, historia y sabores e invita a los visitantes a adentrarse en el mundo productivo de la destacada vitivinicultura que surge en esta zona, donde también pueden realizarse actividades en las aguas del río Negro o cabalgatas por los distintos rincones naturales de las localidades que la conforman, vuelos de bautismo, bajadas náuticas, parapente, trekking, meriendas en casas de té, entre otras.

Por otra parte, la Costa Atlántica también tiene su particular encanto, inclusive durante los meses más fríos del año gracias a una serie de playas amplias que se extienden durante más de 180 kilómetros por el Camino de la Costa (ruta prov. N°1) desde Viedma al Puerto del Este y conforman increíbles lugares para descansar y tomar aire a orillas del mar, a las que se suma Las Grutas con sus interesantes propuestas. Es que el balneario rionegrino propone conocer el proceso elaborativo de productos derivados del olivo ya que alberga a tres de los olivares más grandes de la provincia. Además, es un punto estratégico para realizar excursiones al Fuerte Argentino, El Sótano o las Salinas del Gualicho, un oasis de sal donde convergen infinitos misterios y leyendas. ¡Imperdible!