Gutiérrez detalló que se estipulan distintas cuestiones como “la disminución de la intensidad de la música; el nivel de afluencia de público por metro cuadrado del espacio físico en el que se realizará la fiesta; que los organizadores anticipen y notifiquen del evento, al municipio, a la Policía y al sistema de Salud de la provincia con una anticipación no menor a 48 horas”.

Aclaró que “las habilitaciones o cláusuras de las fiestas y el cumplimiento de esta normativa es total responsabilidad de los municipios. Y fueron los municipios, entre otros actores, quienes nos pidieron que pudiésemos homogeneizar pautas mínimas para cuidarnos”.

El instrumento legal “no busca prohibir, sino darles a los municipios herramientas para hacer eventos masivos con cuidados”, dijo a la prensa local el subsecretario de Ciudades Saludables y Prevención de los Consumos Problemáticos, Hernán Ingelmo.

Asimismo, indicó que el objetivo es que los eventos “sean un espacio de diversión, pero también de cuidado de las personas”.

El decreto “da pautas como lugares de descansos, seguridad y medidas que tienen que ver con la salud pública como tener reservadas algunas camas de emergencia y puestos de hidratación”, detalló.

Injelmo indicó que la medida se adoptó "con el aporte de alrededor de 20 intendentes que acercaron sugerencias y normativas que ya tenían implementadas”

El funcionario indicó que el próximo paso será reunirse con las autoridades de la Secretaría contra el Narcotráfico (Sedronar) para coordinar capacitaciones para las personas que supervisan esas fiestas.

El documento fue firmado luego de la brutal agresión que el 1 de enero sufrió a la salida de una fiesta Lautaro Bettini Speranza, de 20 años, a quien debieron internar en grave estado.