"Acudimos al sector junto a personal de inspección de Salud Pública de la provincia de Rio Negro a verificar la situación. No son animales agresivos, viven en zonas rurales y cálidas, migran hacia el norte cuando las temperaturas bajan, y tienen la característica de alimentarse de insectos, pero está el problema que se albergan en edificios y grietas durante el verano”, informó el director municipal.

“Debido a la cantidad de excretas presentes, primero se va a diagramar un cronograma de limpieza, y luego se trabajará para generar que el lugar no les sea atractivo para alojarse”. 

Urra, explicó que es un trabajo en conjunto con los vecinos ya que hay que evaluar por donde ingresan y egresan. No se los puede matar, ya que hay una Ley y un protocolo nacional y provincial que los protege.

“Las tareas definitivas se tienen que hacer en el invierno, para que el año que viene no vuelvan, preparar el edificio para que les resulte incómodo y desagradable instalarse allí. Vamos a convocar a los vecinos para reunirnos más adelante, hay que preparar al personal también que intervenga en las tareas de limpieza”, agregó finalmente el director de Zoonosis.