Se trata de Mario Bravo, quien en abril había sido condenado a esa pena al ser encontrado culpable del delito de "homicidio doblemente calificado por el vínculo y por haber sido cometido en el marco de violencia de género" de quien había sido su pareja Leticia Soledad Gómez.

En aquel debate oral, los jueces Daniel Tobares, Oscar Gatti y Gustavo Quelín entendieron de manera unánime que el hombre había sido el autor del femicidio y fue la primera prisión perpetua por ese delito que se dictó en la Circunscripción bajo la vigencia del nuevo Código Procesal Penal.

Ante esa situación, la defensa del acusado solicitó que se revoque la resolución o eventualmente se aplique una pena menor por supuesta “arbitrariedad en el tratamiento de la prueba” y “falta de fundamentación”. 

Los jueces de impugnación Adrián Zimmermann, Carlos Mussi y Miguel Ángel Cardella rechazaron este recurso y ratificaron tanto la declaración de culpabilidad como la pena impuesta.

"Las acciones ejecutadas por Bravo aquella noche, fue un despliegue que demuestra la capacidad organizativa de sus conductas y lo aleja de la inimputabilidad’”, explicó el fallo.

Y, agregó que pese a los dictámenes periciales que certifican “algunas alteraciones psicológicas” en el imputado, “no se encuentra comprobado científicamente que los trastornos de personalidad que padecía tuvieran la entidad suficiente para hacer que su capacidad de reprochabilidad estuviera afectada o disminuida al momento del hecho”.

Sobre la figura de femicidio, los jueces ratificaron que “estamos frente al contexto de violencia de género con antecedentes previos”. 

De esta forma, cuestionaron expresamente la posición de la defensa en cuanto sugirió, con aval de su psicólogo de parte, que hubo una suerte de “colaboración” de la víctima en el hecho, “por su personalidad histérica y demandante”.

El crimen fue cometido en la localidad de General Roca la noche del 21 de junio de 2018, en la vía pública, cuando Bravo atacó a su ex pareja con un arma blanca y la mató.