Este mediodía se conoció el veredicto en el marco del juicio por el crimen del que resultara víctima Eduardo Honores y tal como fuera solicitado por la fiscalía, el Tribunal integrado por Álvaro Meynet, Florencia Caruso y Julio Martinez Vivot declaró la culpabilidad de la única acusada por el delito de homicidio doblemente calificado por ser cometido con alevosía y criminis causae.

Intervinieron en el caso por parte de la fiscalía el fiscal jefe, Gustavo Herrera y el fiscal del caso Martín Pezzetta. La querella particular en representación de la hija de la víctima, estuvo a cargo del abogado Agustín Aguilar, mientras que el defensor oficial, Juan Pablo Piombo, asistió a la acusada durante el proceso proceso.

La lectura del veredicto estuvo a cargo del presidente del Tribunal, Álvaro Meynet, quien haciendo referencia al voto unánime de los magistrados sostuvo que “quedó acreditado en juicio en un todo la teoría del caso de la acusación, en efecto se trata de un cúmulo de fuertes indicios los que incriminan a la acusada que por su entidad deben considerarse graves, precisos y concordantes”

Además agregó que “quedo demostrado que ha sido indudablemente el baño el sitio donde Honores fue sorprendido y muerto de un disparo en el pecho no hay ninguna crítica seria a las labores de los equipos médicos, técnicos y criminalísticos que abordaron la escena del hecho”.

En cuanto a las principales evidencias del caso, los magistrados destacaron la presencia en el interior del baño y al lado del cuerpo de la víctima fatal, de una colilla de cigarrillos de la cual que peritada arrojó la presencia de ADN de la acusada y una caja de la cual se cotejó una huella dactilar compatible con la de la declarada culpable.

A partir de la lectura del veredicto, el Tribunal otorgó a las partes el plazo legal para el ofrecimiento de pruebas de cara a las segunda etapa del juicio, respecto de la imposición de pena.

El hecho llevado a juicio sucedió entre la medianoche y las cuatro de la madrugada del 7 de mayo de 2017 en el domicilio de la víctima, ubicado en calle Villegas al 900 de Cipolletti. En esas circunstancias y mientras Eduardo Honores se alistaba para tener relaciones sexuales en el interior del baño de la vivienda, la acusada, le disparó con un arma de fuego a la altura del tórax provocándole la muerte para posteriomente robar pertenencias y dinero en efectivo de la víctima.

La calificación legal del caso es la de homicidio doblemente agravado por ser cometido por alevosía y en circunstancias criminis causae.