18 jardines en miniatura para energizar tu hogar

Tener dentro de casa un trocito de Naturaleza es una gran manera de decorar nuestro hogar. Un poco de verde nunca le viene mal a ningún estilo decorativo y nos recuerda siempre de dónde venimos y qué somos.

En cuanto al tipo de plantas hay una gran variedad de ellas para elegir. El mundo de las plantas de interior nos ofrece muchas posibilidades. Últimamente están muy de moda las plantas suculentas. Las crasuláceas, suculentas o plantas crasas son un tipo particular de planta, entre la típica planta de interior y los cactus.

Las plantas de interior tienen una gran importancia pero no menos la tiene en este caso el tipo de macetas que usemos. Tendremos que encontrar la sabia combinación de ambos factores para tener una agradable decoración natural en casa.

Hablando de jardínes de interior no podemos olvidarnos tampoco de los terrarios. Una idea que ha vuelto a resurgir en los últimos tiempos y que podemos desarrollar a la manera clásica o con alguna de las nuevas interpretaciones.

Algunas tan pequeñas y simbólicas como esta esfera de cristal que se puede colgar y que sólo necesita un poco de musgo y una pequeña plantita. Se trata de una versión minimalista de terrario. 

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Aquí tenemos una bonita combinación que escapa de lo típico. Un terrario en un interesante contenedor de cristal, otro simplemente hecho con un recipiente de cristal y un bulbo que se ha hecho brotar en un recipiente de cristal con agua.

Las suculentas nos sirven en cualquiera de las especialidades que estamos viendo. Con ellas podemos tener unas excelentes plantas de interior cultivadas en maceta a la manera clásica o un terrario perfecto o un jardín en miniatura. Para cualquier posibilidad nos encajarán de maravilla este tipo de plantas.

Un objeto vintage también nos servirá como base de nuestro jardín. Una propuesta ideal para darle un toque retro a nuestra decoración.

Una de las grandes ventajas de tener un terrario de suculentas es el poquísimo mantenimiento que requieren este tipo de plantas. Prácticamente nos podemos olvidar de ellas sin consecuencias.