El equipo de los mellizos Barros Schelotto consiguió un empate en Brasil y con la ventaja que traía de local por 2-0 pasó a las semifinales de la Copa Libertadores. Ahora debe enfrentar a Palmeiras, equipo que el día de ayer eliminó a Colo-Colo.

En el primer tiempo Boca consiguió sacarle ritmo al partido gracias al planteo defensivo. El conjunto local tuvo grandes problemas para elaborar jugadas y llegar con peligro al área rival. Sobre el final se presentó una de las polémicas del partido: un gol anulado a Hernán Barcos por la jugada peligrosa de Dedé sobre Rossi.

En la segunda parte, Cruzeiro salió con mayor intensidad. Empujó, sobre todo mediante la pelota parada y accedió al descuento a los 12 minutos, tras una pelota parada y la aparición sorpresiva del ingresado Sassá, quien a los 25 segundos de entrar al campo gritó el descuento.

Sin respuestas y casi como sacudido por el gol casi desde el vestuario en el complemento, Boca no le encontraba la vuelta al partido y Cruzeiro avanzaba en el campo. El tiempo avanzaba pero Cruzeiro no podía terminar con claridad las jugadas que elabaraba. A los 80 minutos llegó la expulsión de Dedé tras dos tarjetas amarillas.

Y sobre el final, Wanchope Ábila le sirvió una asistencia al vacío a Cristian Pavón, quien definió al primer palo y liquidó la serie. 

Ahora, será Palmeiras -rival del equipo argentino en la fase de grupos- quien esperará por Boca en las semifinales, a disputarse entre la última semana de octubre y la primera de noviembre.