Por el partido de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores, Boca venció 2-0 a Cruzeiro y consiguió una importante victoria que lo deja muy bien parado de cara al partido de vuelta.

Durante la primera etapa, Boca pasó por todos los estados de ánimo. Producto de la ansiedad, se mostró muy nervioso al comienzo y eso lo llevó a cometer errores muy graves en salida que posibilitaron contragolpes interesantes al Cruzeiro. Pero luego Boca se recompuso y empezó a crear peligro en el área rival.

A los 36 minutos, Pablo Pérez conecta con Mauro Zarate quien define mano a mano y cruzando la pelota pone el 1-0. 

En el segundo tiempo Cruzeiro mejoró y pudo haber encontrado el empate en una pelota que el colombiano Wilmar Barrios sacó sobre la línea con una barrida espectacular. A pesar de esa jugada, Boca volvió a encontrar el control del partido con la presión y recuperación rápida del balón.

A los 74 minutos el partido da un giro inesperado, tras un centro Dedé cabecea al arquero del Xeneize Esteban Andrada y esta acción derivó en la expulsión del jugador brasileño tras la intervención del VAR. Todos los jugadores del Cruzeiro reclamaron debido a que las repeticiones no evidenciaban una intención por parte del defensor de golpear al arquero.

Con un jugador menos, todo se hizo más dificil para Cruzeiro y más aún cuando el volante Pablo Pérez se encontró con mal rechazo de la defensa brasileña en la puerta del área y con un potente remate estampó el 2-0.

El conjunto de Guillermo Schelotto consiguió una importante ventaja de local para luego ir a jugar la vuelta a Brasil. La vuelta será el 4 de Octubre y definirá quien pasará a las semifinales.