Los centros invernales de Río Negro listos para recibir la temporada

Quienes elijan la cordillera rionegrina para descansar durante el invierno se encontrarán con una amplia gama de opciones para disfrutar de la nieve y experimentar un completo mapa gastronómico, alternativas en la nieve y actividades para toda la familia.

Conectividad y alojamiento

Este año la confirmación de más de 150 vuelos semanales a cargo de ocho compañías le aportarán al aeropuerto de Bariloche una conectividad que promete romper cualquier récord histórico de afluencia de público nacional e internacional en época invernal.

En cuanto al alojamiento, Bariloche cuenta con alrededor de 28.000 camas, mientras que El Bolsón alcanza las 6.000. Los centros turísticos de nieve ofrecen un amplio abanico de opciones para los turistas que van desde accesibles hostels, hasta hotelería cinco estrellas, sin dejar de lado a las cabañas, casas y departamentos preparados para recibir a las familias.

 Cerros y Nieve

Respecto a los servicios turísticos, las empresas prestadoras ya se alistan para la llegada de una nueva temporada invernal. En Bariloche se encuentra el Cerro Catedral, el centro de esquí con mayor superficie esquiable de Sudamérica. En él pueden disfrutar de la nieve tanto esquiadores profesionales como principiantes, así como también quienes sólo quieren divertirse. Se puede elegir entre tours en motos de nieve, travesías en raquetas por el bosque, trineos a toda velocidad por las pendientes o divertidos gomones que se deslizan desde las alturas.

Este invierno también se podrán disfrutar los parques de nieve del Centro de Ski Nórdico y Piedras Blancas en el Cerro Otto. El primero posee más de 10 kilómetros de pistas para todos los niveles, preparadas para dos técnicas de esquí nórdico: clásico y skating.

El Centro también cuenta con un refugio de montaña que permite a sus visitantes degustar platos regionales y repostería casera acompañada de chocolate caliente. También es posible realizar una travesía nocturna en cuatriciclos denominada “Noche Nórdica”.

Piedras Blancas, por su parte, fue la primera escuela para esquiadores en el país y brinda, además de los clásicos paseos en trineos y clases de esquí para principiantes, la experiencia de realizar zipline, o más conocida como tirolesa. El recorrido que se realiza es el más largo de Sudamérica ya que el vuelo por la montaña es de 1500 metros. Esta actividad no requiere experiencia ni gran destreza física y es ideal para los amantes de la adrenalina.

Por otra parte, en El Bolsón, a 25km del centro de la ciudad, se encuentra el Cerro Perito Moreno que se prepara para recibir un invierno con actividades para toda la familia que van desde caminatas en raquetas y esquí de travesía, hasta clases de esquí y snowboard en grupo o individuales para todas las edades y niveles. Todo ello complementado con espacios gastronómicos en la base y en intermedia, y alquiler de equipos.

 Gastronomía

La cordillera rionegrina se destaca por su abundante gastronomía. Pescados, como la trucha y otros salmónidos se presentan de diversas maneras, aunque la vedette del invierno es el asado de cordero patagónico. La zona también es rica en platos a base de salmón, de ciervo y otras carnes de caza.

Para el desayuno o la merienda existe un extenso menú de delicias: variedad de dulces regionales o exquisitas porciones de lemon pie, tortas de mousse, cheesecakes, selvas negras o strudels caseros que acompañan el típico chocolate caliente o los más variados cafés.

Quienes visiten la región no pueden dejar de degustar las famosas variedades  de chocolate que ofrece la ciudad en forma de fondues, chocolate en rama, con frutos secos, frutas del lugar y el exquisito dulce de leche con chocolate, entre otros. También reinan los sabrosos dulces caseros como el de mosqueta, de sáuco o de grosella.

A escasos kilómetros del centro de la ciudad de Bariloche se encuentra Colonia Suiza donde se ofrece una variada gama de cocina: repostería y pastelería en pintorescas casas de té, cervezas artesanales de gustos exóticos, ahumados y dulces, elaborados con frutas finas de la región. Uno de los  principales atractivos de esta región es el curanto, tradición que viene del araucano y significa “piedra caliente”.