05/11/2024

Contadores de cartas: el miedo de los casinos que inspiró a Hollywood

Pocas estrategias han llamado tanto la atención, dentro del mundo del azar, como el conteo de cartas. Es un método que se popularizó enormemente en el marco del Blackjack hace ya varias décadas y que, aun a día de hoy, es tema de debate entre quienes lo defienden como un método justo para jugar y quienes consideran que es un mecanismo injusto para el resto de jugadores. 

Un ejercicio que pocos pueden llevar a cabo con eficacia, y que ha traído problemas incluso a celebridades que lo han puesto en práctica en algunos casinos. Su fama le precede y ha sido tan popular que hasta ha protagonizado libros y grandes producciones de Hollywood, ¡hasta se ha colado en una de las universidades más importantes del mundo! Pero, ¿qué es eso de contar cartas en el Blackjack y por qué hay tanto debate a su alrededor? Vamos a explicártelo.

¿Qué es el conteo de cartas y cómo funciona?

El conteo de cartas es una técnica por la cual los jugadores calculan las probabilidades que tienen de ganar una partida de Blackjack siguiendo las cartas que se han jugado en cada ronda. Esta técnica realmente se puede poner en práctica en cualquier modalidad del juego de cartas, incluso en un casino live online o uno tradicional, aunque no todos la contemplan con buenos ojos. Y es que en este juego, a diferencia de otros de azar, cada mano es totalmente independiente de la anterior, propiciando el seguimiento de cartas para poder vaticinar cuáles quedan por jugarse. 

Básicamente, esta técnica se basa en que un jugador asigna un valor específico a cada carta: generalmente, las cartas altas (como los dieces, sotas, reinas, reyes y ases) se consideran ventajosas para el jugador, mientras que las cartas bajas (del dos al seis) son favorables para la banca. A partir de ahí, se aplica uno de los muchos sistemas que hay. Uno de los más populares es el Hi-Lo, que consiste en asignar un +1 a las cartas bajas y -1 a las altas. Así, se va haciendo la cuenta mentalmente de las cartas repartidas y se van ajustando las apuestas en función de las que vayan quedando en el mazo. 

Es un método aparentemente simple, pero no apto para todo el mundo, ya que exige de una gran concentración y una memoria muy rápida, sobre todo en mesas donde hay varios mazos jugándose al mismo tiempo.

La historia del conteo de cartas: del MIT hasta la gran pantalla

El conteo de cartas empezó a ganar popularidad gracias al matemático Edward O. Thorp, quien en 1962 publicó su influyente libro Beat the Dealer. En él, Thorp demostró matemáticamente que un jugador podía reducir la ventaja de la casa en el Blackjack si contaba las cartas. Su sistema causó mucho revuelo entre los casinos, ya que se alarmaron por la posibilidad de que los jugadores pudieran usar estos métodos para tener ventaja sobre la banca y los crupieres. 

Sin embargo, cuando esta práctica realmente se hizo famosa fue cuando surgió el equipo de Blackjack del MIT. Un grupo de estudiantes y exalumnos del Instituto Tecnológico de Massachussetts decidió, en los 80 y los 90, usar estrategias de conteo de cartas para ganar millones en Las Vegas. Funcionaban como una sociedad secreta y desarrollaron nuevas técnicas no solo para mejorar sus resultados, sino también para no ser detectados, como señales no verbales para comunicarse en la mesa.

Fue todo un fenómeno que no tardó en llegar al cine con la película 21 Blackjack, inspirada también por el libro Bringing Down the House escrito por Ben Mezrich. Ese fue el comienzo de la gran fascinación de Hollywood por los contadores de cartas, hasta el punto de surgir más peículas como The Card Counter, de 2021, donde se muestra a un jugador que mezcla sus habilidades matemáticas con una actitud calculadora y casi estoica, en una historia de redención y venganza.

Casinos vs contadores de cartas

Muchos casinos han instaurado normas para evitar el conteo de cartas en el afán de ofrecer una experiencia más justa para todos los jugadores. Algo que, además, se extiende incluso a las nuevas medidas para garantizar el juego responsable en diferentes países del mundo. Para estos establecimientos, que haya jugadores contando cartas es algo peligroso, ya que altera por completo el ritmo de las partidas. Y hasta cierto punto es un sistema legal, pero va en contra de las políticas de juego habituales. No han sido pocos los jugadores expulsados de torneos por contar cartas, incluso actores famosos.

 Y es que estos establecimientos han desarrollado sistemas para captar a los contadores y detectarlos rápidamente, sea con cámaras de alta tecnología o incluso personal adiestrado específicamente para hacer un seguirmiento de jugadores sospechososo en busca de patrones que los delaten. Otro método muy común para frenar su actividad es jugar partidas con hasta 8 mazos de cartas, lo que dificulta enormemente el conteo y hace que el azar mande más que nunca. 

Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, los contadores de cartas más experimentados siguen encontrando maneras de esquivar la vigilancia. Jugadores que trabajan en equipo suelen dividir sus roles, de forma que mientras uno "cuenta" las cartas, otro se encarga de hacer las apuestas más grandes cuando el mazo está favorable. Esta coordinación y uso de tácticas complejas convierten al conteo de cartas en un verdadero juego de ingenio entre los jugadores y el casino. Al final, es una persecución continua entre ambos bandos que no hace más que regar de emoción al Blackjack y a los casinos.