Ante la falta de licencia social, "Es probable que se abandone la propuesta de instalar la planta nuclear" dijo Weretilneck

Un grupo de vecinos de la capital rionegrina desde la semana pasada y durante el fin de semana se manifestó en distintos puntos de Viedma, con banderas, pancartas y carteles en rechazo a la energía nuclear, ante la visita de una comitiva de empresarios chinos que recorrió las playas del ejido municipal viedmense, para -supuestamente- decidir cuál sería el lugar donde sería emplazada la planta. 

En ese marco, desde el gobierno provincial no se emitió ningún tipo de anuncio oficial, y desde la secretaría de comunicación institucional aseguraron que "es normal que vengan porque se están realizando los preparativos para los estudios de impacto ambiental".

Weretilneck se refirió, en declaraciones radiales, a la instalación de la Planta de Energía Nuclear que fue acordada con el gobierno nacional y una empresa China, para que sea instalada en algún lugar de la costa atlántica rionegrina.

"Yo estoy convencido que el lugar donde se implante la Central, va a generar un cambio económico", dijo el mandatario. 

"La inversión sería de casi 7.000 millones de dólares, con 5.000 personas trabajando durante 6 o 7 años", aseguró y puso énfasis en el movimiento económico que se generaría, "en alquileres, vestimenta comida, transporte, etc. Y después que la planta esté en marcha no son menos de 50 años de trabajo permanente para otras 1.000 personas de las cuales 700 serían técnicos profesionales egresados de nuestras las escuelas técnicas", puntualizó.

Para la provincia la Planta Nuclear, "es un factor de desarrollo" aseguró Weretilneck al sostener que, "no hay ninguna posibilidad de que contamine, porque el agua se toma del mar, enfría el reactor y sale de vuelta porque no tiene ningún tipo de contacto, no calienta el medioambiente, no genera calentamiento global y además genera esos beneficios". 

También dijo que esta provincia se creó con decisiones políticas "que impulsaron el desarrollo de la línea sur y el alto valle y Viedma con el tren"; luego se desarrolló Bariloche, y los valles "se desarrollaron con los sistemas de riego, que cambiaron la zona desde el punto de vista económico", aseguró.

El gobernador recordó que "Argentina tiene centrales nucleares desde el año 1974, donde nunca pasó nada, entonces no es que esta energía se empieza a producir desde ahora, sino que está hace muchos años".

Asimismo comparó la producción de la futura planta con realidades actuales, "nosotros convivimos con radiación todos los días, un tomógrafo de un hospital tiene energía nuclear, un tratamiento con rayos tiene esos componentes también", señaló.

"Entonces si por un lado sirve para salvar vidas, no debería ser tan malo para producir energía eléctrica", añadió. 

De ese modo explicó que "se han planteado una serie de exigencias, hoy la energía nuclear está controlada en todo el mundo por la Agencia Internacional de Energía Nuclear, ni siquiera son los propios países los que la controlan y o la regulan".

Y que "no se sabe si se va a empezar en el 2020 o en el 2027, o sea que faltarían 10 años". 

Para el gobernador rionegrino, la decisión "no es para el beneficio de uno sino para el desarrollo de la provincia. Cuando se piensa en las grandes transformaciones se piensan mirando el futuro de la zona", expresó.

Weretilneck dijo que "estamos siguiendo muy atentamente el comportamiento de la sociedad en Viedma, este tipo de decisiones tienen que tener licencia social, que significa que el lugar donde se vaya a instalar una obra de estas características, tiene que tener al menos un acompañamiento de una parte importante de la sociedad". 

"Lo que estamos evaluando es que si el proyecto genera tanto rechazo, y mucha gente mira, no opina y los que deberían opinar y que están a favor, tampoco participan, obviamente que uno no va a ir contra todos los intereses de toda la comunidad, por lo tanto si el emprendimiento no tiene licencia social en Viedma, es probable que se abandone la propuesta de que sea en esa área", concluyó.

Télam