Tolerar nuestras emociones: el primer paso para ser feliz.
Nuestra sociedad ha instalado la exigencia de estar siempre bien, cuando esto es irrealista e inalcanzable.
Las emociones son estados afectivos que experimentamos, generalmente por períodos breves y repentinos, son reacciones de nuestro sistema psicofisiológico y endócrino que de alguna manera se hacen notar en nosotros. Llegan impulsándonos a prestar atención y a actuar con relación a algo que está ocurriendo en nuestro entorno.
Los estados emocionales son causados por la liberación de hormonas y neurotransmisores, que luego convierten estas emociones en sentimientos.
Generalmente, se considera que las emociones son de menor duración que los sentimientos, y se cree que son las que impulsan y motivan a que las personas actúen. Son más intensas que los sentimientos, aunque estos últimos son más duraderos y pueden ser expresados con más facilidad.
Se habla de emociones básicas, ya que según algunos estudios todos los seres humanos las experimentan y que cuando son constantemente reprimidas, pueden dar lugar a una crisis emocional.
¿Cuántas son las emociones?
Según el psicólogo estadounidense Paul Ekman las emociones eran: la tristeza, la felicidad, el miedo, la ira, la sorpresa y el asco.
Sin embargo, un reciente estudio publicado en Current Biology indica que los estados emocionales serían cuatro. Los investigadores se centraron en las señales faciales y ubican a la felicidad y la tristeza como emociones diferentes de principio a fin en cuanto a las señales faciales. Por otro lado ubican dos dos duplas: miedo/sorpresa e ira/asco.
La exigencia social de la felicidad como estado permanente
Nuestra sociedad ha instalado la exigencia de estar siempre bien, cuando esto es irrealista e inalcanzable. Los estados emocionales dependen de nuestras expectativas, del contexto y de nuestra manera de ver las cosas.
Vivimos en una sociedad caracterizada por el consumismo y estamos permanentemente invadidos con mensajes que refuerzan el modelo de felicidad permanente, quedando instalada que la culpa de la tristeza la tenemos exclusivamente nosotros. Este modelo logra hacernos sentir peor y en muchas oportunidades a vernos forzados a demostrar una felicidad que no sentimos.
Estos sentimientos negativos que eran sanos, se convierten en insanos.
Estrategias para aprender a aceptar cómo nos sentimos
Si aprendemos a tolerar nuestros estados emocionales, paradójicamente vamos a sentir como esas emociones negativas en muchas ocasiones se van a disolver por sí mismas.
No llevarse por los “deberías”
En ese diálogo interior que todos mantenemos, tenemos que dilucidar si ese “debería” que resuena, podemos cambiarlo por un “desearía” Si es así. Bienvenido! Sino, deberíamos evitar torturarnos con “deberías”
Aceptarte como ser humano que sos
No autoexigirte como super-hombre o super-mujer, como si puedieras ser alguien perfecto. Es importante aprender a aceptar nuestras propias limitaciones y convivir con emociones desagradables.
Sentir la emoción en el cuerpo
Se siente como un puñado de química corriendo por tu torrente sanguíneo, se siente como un cosquilleo o incomodidad que no va a matarte.
No la sobredimensiones, no la dramatices, acéptala es parte de tu ser.
Acepta la emoción y no la escondas
Para tolerar la emoción hay que aceptarla como cuando sentimos frío o calor, esto implica también poder contarla, expresarla y correr la vergüenza de la escena dado que no es malo sentirse mal en algunos momentos. Ellas te hacen ser humano, aprende de ellas no las escondas y deja que te inspiren.
Te puede interesar
Los animales pueden aliviar la ansiedad, el estrés y la soledad: ¿Cómo lo hacen?
“Las mascotas no solo brindan compañía, sino que pueden convertirse en una red emocional para muchas personas”, manifestó una psicóloga.
El alarmante error que comete el 85% de los padres y pone en riesgo la vida de sus hijos
Ocho de cada diez personas que usan sillitas de seguridad para niños lo hacen mal. Te contamos cuáles son los errores más comunes y cómo evitar un grave riesgo.
Especialistas internacionales convierten residuos plásticos en paracetamol
A través de una bacteria, apuntan a producir este fármaco de forma sostenible. Actualmente, se elabora a partir de combustibles fósiles.