John Katzenbach: "Trump ganó las elecciones porque gran parte de la población le tiene miedo a la verdad"

En "Personas desconocidas", su ultimo trabajo, el autor nacido Nueva Jersey cuenta la vida de dos agentes de policía frustrados, uno de los cuales mató por error a su compañero de tareas.

Cultura 05/05/2017
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John Katzenbach, el escritor estadounidense que despierta los sentimientos más oscuros en sus lectores, acaba de llegar a la Argentina para presentar su último trabajo, "Personas desconocidas", un thriller psicológico donde sus personajes buscan conocer quién fue el autor de una serie de crímenes ocurridos años atrás y para adelantar la segunda parte de su éxito "El psicoanalista".

Sonriente y cordial, Katzenbach acomoda sus casi dos metros de altura en el sillón de un hotel céntrico y asegura en una entrevista con Télam que "siempre tengo ganas y motivos de volver a la Argentina; uno porque son excelentes lectores y realmente entienden a lo que quiere llegar el autor, no se quedan con lo que está en la superficie, y eso me emociona. Y lo otro es que me encanta ver Buenos Aires desde el cielo, es increíble".

La nueva historia del autor nacido en 1950 en Princeton, Nueva Jersey, cuenta la vida de dos agentes de policía frustrados: Marta Rodríguez Johnson, quien mató por error a su compañero de tareas y desde ese momento fue tildada de asesina, y Gabriel "Gabee" Dickinson, un hombre traumado por sentirse responsable de la muerte de su cuñado, situación que lo hizo volcarse al alcohol y perder familia y amigos.


Personas desconocidas Ambos se vieron obligados a hacer tareas pasivas e investigar antiguos casos policíacos. En medio de archivos viejos encontraron el caso de Tessa, una niña de 13 años que desapareció en 1996. Esos expedientes los empujó a ver por qué los infalibles detectives de aquellas épocas dejaron inconclusos una serie de asesinatos ocurridos un año más tarde, y a averiguar si todos ellos tenían algún tipo de interés en común.


- Télam: Este libro, entre tantas cosas, habla de la búsqueda de la verdad a pesar del tiempo transcurrido. ¿Le quedan verdades por descubrir?
- John Katzenbach:
Sí, y espero que así sea siempre, porque el día que no las tenemos uno desaparece, y desaparecer puede significar muchas cosas.

- T: La presencia del narcotraficante apodado "Dos lágrimas" en la trama se va desdibujando. ¿Habrá una segunda parte en la que este personaje tome fuerza?
- J.K.:
Lo quiero mucho a "Dos lágrimas". Desde el punto de vista de un escritor, uno crea personajes y convive cotidianamente con ellos, como con su familia y vecinos. A veces tenés que decirles adiós, mientras que otros, como sucede en la vida, insisten en quedarse. Pero a mí me encanta ese personaje aunque dudo que vuelva encontrarme con él.

- T: ¿Cómo nace ese mundo de vidas paralelas en su cabeza?
- J.K.:
Hay como una mezcla psicológica maravillosa. Se me ocurre la historia y después pienso a quién sería interesante convocar para la historias. Es como el trabajo del alfarero.

- T. En sus obras brindas una visión exacerbada de la paranoia norteamericana. ¿Cree que ese mismo estado, actualmente palpable en la sociedad, es el responsable de que Donald Trump haya ganado las elecciones en su país?
- J.K.:
Creo que siempre está justificado usar las palabras paranoia y Trump en la misma frase. Creo que la razón por la que ganó es porque una gran parte de la población le tiene miedo a la verdad. La verdad siempre da miedo. Pensamos que es al revés, pero no. Un amigo historiador me dijo una vez: "Nunca apuestes contra el progreso en los Estados Unidos, porque puede que durante un tiempo vayamos en la dirección equivocada, pero en última instancia terminará llegando el progreso". Es una etapa similar a la de ir al dentista.

- T: ¿Esta descripción de realidades alteradas que narra en sus trabajos no le hace sentir por momentos que desde a literatura se anticipa a la realidad?
- J.K.:
Nunca lo había pensado de esa manera... No creo que yo sea tan inteligente. Hay cosas que uno se las ve venir desde una milla de distancia, pero un buen thriller tiene algo más inmediato. No está a unas millas sino a unos pies de distancia, y eso es lo que espero haber captado en el nuevo libro. Pienso que captar la inmediatez de los hechos es lo que creó la tensión en "El psicoanalista" (2002), y es lo mismo que me llevó a escribir la segunda parte de esa obra.

- T: ¿Sintió la necesidad de escribir la continuación o fue un pedido editorial?
- J.K.:
Los personajes me quedaron rondando siempre en la mente. Los soñaba, los pensaba y los volvía a soñar. Hasta que no encontré cómo darles un argumento no paré. Hace poco me cuajaron las ideas y me senté a escribir, después todo fluyó... más allá de que mi agente me lo pidió bastante (risas).

- T: ¿Tiene miedo a veces de que sus libros no gusten?
- J.K.:
No mucho. Sólo las 24 horas del día los 365 días del año. Igualmente, creo que si estoy satisfecho con mi obra, también lo estarán los lectores. En este nuevo libro ("Personas desconocidas") trabajé muy duro y me esforcé mucho porque incluí temas distintos y una variada gama de tensión. Fue todo un desafío. Creo que en la literatura nos solemos conformar con algo sencillo en vez de algo complejo y eso es un error.

- T: ¿Cree que el thriller, al que muchos consideran como un género menor, sirve como sustrato para analizar la realidad?
- J.K.:
Sí, aunque no estoy de acuerdo con que lo consideren un género menor. Todos los libros tendrían que ser thrillers y contar todo tipo de historias, desde la del hombre que salió de las cavernas hasta las últimas historias de amor de esas que te torturan de emoción. Todo autor desea que su lector sienta la necesidad de pasar la página para averiguar qué pasa y eso es lo que hace el thriller. La diferencia radica en que en las historias de amor la gente quiere saber si la pareja va a terminar junta, y en mis libros quién va a morir.

Telam

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